domingo, 19 de febrero de 2012

Post-Mortem

Eran unos gritos horribles… alaridos perversos y de ultratumba.



Jamás había escuchado unas voces así, tan…tan extrañas y casi demoniacas. Sonidos que nunca antes habían llegado a mis oídos. Detuve mi huir precipitado por unos segundos y me quedé allí… con mis cinco sentidos robados por el asombro. Extraños sonidos guturales cabalgaban por el aire y llegaban a mí de forma asquerosa y horrible, voces que ya no eran voces…

Mi olfato debió haber sufrido tanto como mi vista. Un hedor repugnante hería mi nariz cada vez que intentaba respirar, contuve el aire por unos instantes…. Luego exhalaba por la boca, sin embargo el putrefacto olor se las arreglaba lo más bien para atormentar mis olfato por cualquiera de las dos formas, inundando mis pulmones con aquel venenoso aroma a muerte. Creo que solo la distancia salvó a mi paladar de no alcanzar a percibir algún sabor de lo que acontecía… pues el hedor era tan fuertemente asqueroso que hasta parecía saborearlo. Del tacto no me referiré, pues de solo imaginar el haberme acercado me produce hasta ahora náuseas. ¿Qué mal me han hecho mis manos como para haberlas expuesto a semejante atrocidad?

Mi vista no tuvo tan buena suerte…, un extraño embrujo evitó que cerrara mis ojos y por ende hasta hoy sigo siendo atormentado por mi maldita memoria fotográfica. Jamás debí haberme detenido en mi loca carrera por huir. Una abominación de carne, tejido muerto, sangre coagulada y podrida se combinaba con otros pedazos de piel y huesos rotos. Toda la podredumbre… enfermedad y repugnancia se abrazaban en un asqueroso rito de… ¿amor?

Pude ver gotas de sudor recorrer los asquerosos rostros de los involucrados, aquella cosa que semanas o quizás meses atrás había sido un hombre y la otra que de igual forma hace bastante tiermpo pudo haber sido una mujer, ahora no eran más que pobres y terribles parodias de lo humano. Gusanos recorrían sus pieles y carnes colgantes… indiferentes al horrible jadeo y movimiento de aquellos dos infectados que consumaban allí, bajo la tétrica luz de la luna junto a una capilla… su macabro acto de amor…


Luego de un instante y antes de que se percataran de mi presencia, huí despavorido... dejándolos a solas con su extraño acto sexual post-mortem…
























...son las 2 de la madrugada y afuera la luna está llena...

LEON S. KENNEDY, 02:06 A.M.




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viernes, 10 de febrero de 2012

Los años posteriores

No logro recordar mi nombre...



Hay un punto de inflexión donde no logro recordar más atrás en mis días,solo en mi
memoria tengo almacenados recuerdos de un hambre y una locura espantosa que conducen hasta ahora mis actos...

Lo mejor de todo es que no estoy solo, tengo tres amigos con los que suelo deambular por la ciudad… jamás solemos separarnos demasiado y me tienen mucho respeto,quizás sea miedo… no lo sé, o quizás sea el fuerte olor que tiene mi cuerpo, de toda mi pandilla soy el que mas aroma a muerte trae a cuestas. La escasez de comida es cada vez un problema más grande, considerando que nuestra única fuente de alimento son los “limpios”, personas cobardes, que apenas nos ven salen huyendo gritando aterrados… sus pieles blancas y rosadas, sus mejillas coloradas y su limpieza general son verdaderamente un manjar para nuestros paladares… son distintos, pero a la vez tan familiares e iguales a nosotros…

Recuerdo que los primeros días,… tenía mucha hambre, locura y dolor… me podría
describir a mi mismo como una fuerza imparable de excitación y muerte que buscaba solo placer. Mis primeros ataques a los “limpios” estaban enfocados solamente a las mujeres, no sé… algo me recordaban, quizás algo de ese pasado lejano y perdido que estaba ya muy lejos. Siempre me gustaron, esas dulces y frescas boquitas…que ahora dan alaridos de terror cada vez que me ven. Generalmente ayudado de mis amigos les quitábamos sus ropas y con violencia las devorábamos hasta saciar nuestra hambre… fueron días gloriosos, si señor… y todo ello coronado con un festín, pues sus cuerpos muertos y aún tibios eran realmente deliciosos.

Ahora la realidad es un poco distinta… ya no tengo fuerzas… hasta mis dientes se han ido cayendo. Probablemente todas las heridas que he recibido ya me estén pasando la cuenta…, generalmente los “limpios” me han dado buenos golpes en la espalda y pecho, algunos me han enterrado cuchillos, hay otros que me han apuntado con un pequeño tubo de hierro de los cuales salen disparados pequeñas bolas de metal que penetran mi piel, incrustándose en mis órganos podridos…

Nada de eso realmente me duele la verdad. Estoy desintegrándome, lo sé… las moscas que vuelan a mi alrededor y mi insoportable olor a muerte me dan un status, es cierto, pero también preceden mi derrumbe.

Hasta hace un par de días llegaron a la ciudad más “limpios”, les vimos descender de un gran armatoste volador que se suspendió en el aire gracias a una gigantesca hélice, me resultó tan familiar ese aparato…, son como recuerdos, recuerdos de otra vida. Esto a mis secuaces y a mí nos ha subido mucho el ánimo ya que el hambre por estos días es insoportable y tenemos que alimentarnos si o sí.

Hoy es mi día de suerte… jeje, uno de esos “limpios” se ha aparecido ante mí, y es
una hembra… una hermosa e imponente hembra, vamos a ver si me puedo divertir tanto como antaño…, que bonita figura tiene, perfectamente encajadas en su apretado traje azul… su gorra también es un detalle encantador. Me voy acercando lentamente hacia ella jadeando como un animal herido..., algo ha sucedido, me está hablando cosas que ya no entiendo… palabras que sacuden algún recuerdo de mi cerebro. ¿Está llorando?, ¿de verdad está llorando?... no puedo creerlo, esto es demasiado fácil, a esta la mataré de forma salvaje y luego la devoraré de forma lenta, lenta para que mi paladar saboree el éxtasis que solo brinda la carne blanca y tibia.

De nada sirve que me apuntes con ese tubito de fierro, preciosa, no me hace daño.
¿Ves?, ya has jalado ese gatillo y el impacto solo atravesó mi pecho… de nada te sirve que continúes llorando y diciéndome cosas que no entiendo. Ahora has jalado ese gatillo por segunda vez y lo único que haces es hacerme enfurecer, cómo juguetearé con tu sangre, de verdad ya me estás haciendo enojar…

¿Leon?, ¿porqué diablos me llamas Leon?... oh, preciosa, estás tan asustada y tus
lágrimas en verdad me atraen demasiado, … al fin después de tanto tiempo, creía que estaba todo perdido y tú, tú… ¿Cómo?, ¿tu nombre?, ¿ me dices que tu nombre es Jill…? ¿y que mierda me importa como te llames o como yo me llame?. ¡Deja de llorar, y arrodíllate ante mí!

Ahora me estás apuntando a los ojos, ¿eh?... apunta donde quieras, nada te salvará ... ¿qué?, ¿que lo lamentas?, oh, sí lamentaras venir a hacerte la difícil conmigo, ¡yo soy el rey de este lugar!, ¡yo devoro a todos!, ¡tú eres mía!, ¡MIAAA!


... la muy maldita jaló el gatillo…


... atravesó mi cráneo


... ahora todo es silencio y oscuridad, y mientras caigo... mis pensamientos se
desvanecen... intentando recordar quien diablos fui...



























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